1 de marzo de 2023

Jacinto Benavente y el deporte: automovilismo, fútbol, golf, polo, tenis y tiro

Por Jesús Castañón Rodríguez

Jacinto Benavente y el deporte: automovilismo, fútbol, golf, polo, tenis y tiro

Jesús Castañón Rodríguez

Jacinto Benavente (Madrid, 1866-Madrid, 1954) fue un dramaturgo, director, guionista, productor de cine que ingresó en la Real Academia Española en 1912.

Autor de poesía, cuento, periodismo, cartas y crítico de teatro del diario madrileño El Imparcial, destacó como autor teatral que cultivó la tragedia, la comedia, el drama y el sainete.

Su trayectoria estuvo ligada, entre otros, a la fundación del Teatro Artístico, al Círculo literario hispano de Nueva York y a la presidencia honoraria de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles y fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo y diversos y el Premio Mariano de Cavia de periodismo, así como diversos reconocimientos de los Ayuntamientos de Madrid y Nueva York.

Ilustración: Cristina Figueroa

Perfil deportivo

Varias de sus obras llevaron a escena el ambiente de las novedades de la vida moderna que interactuaban entre París y Nueva York, con una visión amable del esnobismo, del rastacuerismo u ostentación de los nuevos ricos y otras importaciones del extranjero vano y ocioso.

Con una mirada costumbrista, moderna e incisiva sobre espacios urbanos y aristocráticos aportó su análisis del deporte, una actividad que ocupaba de forma creciente el interés de los jóvenes del momento. Y así expresó diferentes opiniones en artículos periodísticos para la sección «De sobremesa» y se inspiró para caracterizar personajes secundarios en sus obras.

Acotaciones periodísticas

Intervino en el acalorado debate sobre la castellanización de la voz football en el que participaron Mariano de Cavia con «El balompié» y «El balompié en marcha» en El Imparcial el 1 y 8 de agosto de 1908; Carlos Miranda en «El Liberal»,  con  «¿Balompié? ¿Bolopié? ¿Bolapié?», Julio Cejador con “Y dale al balompié” en El Imparcial; Luis Zozaya, cronista deportivo del Heraldo de Madrid; «El Bachiller Canta-Claro» en «El Liberal»; y el artículo «No se dice football. Dígase balompié» en «El País».

Surgió a raíz de la propuesta de varios jóvenes que querían crear un club de fútbol con su  denominación en español y solicitaron ayuda a Mariano de Cavia. Este comentó que piebalón es una traducción demasiado cercana al inglés y apostó por balompié como solución  de clara significación y castiza estructura siguiendo el paradigma “de rancio y puro linaje” presente en buscapié, hincapié, rodapié, tirapié, traspié, volapié. Pidió el apoyo de deportistas y cronistas deportivos con el fin de no dejarse vencer por la rutina y el culto inconsciente que se rendía al exotismo y que convertía a este deporte en «fubol» o «fobal», según el personaje Vicente de la Recua, barón de Reata, con el que Cavia ridiculizaba a quienes incorporaban. Fue una polémica que puso de manifiesto que el triunfo de balompié en la prensa conformaba una muestra de fuerza y personalidad del idioma español sobre las ideas y voces ajenas, ante la tendencia general de la gente a extranjerizar. Y además, destacaba que castellanizar palabras extranjeras constituía seguir un buen ejemplo británico, ya que el idioma inglés adaptaba todas las voces ajenas que consideraba de utilidad.

La actitud de Jacinto Benavente quedó expresada en la sección «De sobremesa», el  10 de agosto, en Los Lunes de El Imparcial. Respondió a Mariano de Cavia, al que presentaba como príncipe del ingenio español y emperador de la lengua castellana, que utilizaría balompié cuando hablase por cuenta propia, ya que como autor tenía que ajustar el léxico a los personajes y emplear todo tipo de solecismos, galicismos y barbarismos.  Expresó su respeto a la forma balompié y declaró su simpatía por «fuboll» como otra solución y le llamaba la atención el triunfo de este deporte sobre «el lawn-tennis, el polo y el golfo» (tenis, polo y golf) muy de moda en esa época. Cerraba su artículo con una reflexión sobre la ciencia y los deportes como los ámbitos que mayor número de palabras han universalizado en su uso y que se debería mantener una actitud abierta a las corrientes de fraternidad internacional ya que el lenguaje debe facilitar todo tipo de  relaciones sociales.

Su visión deportiva se centraba en el creciente interés social que despertaba su estilo de vida. Y en varios artículos de su sección “De sobremesa”, publicados en las páginas 353 y 429 de sus Obras Completas,  destacó el éxito del automovilismo tras la Exposición de automóviles y su consideración como democrático sport y cómo el  automovilismo, el polo, el golf, el tiro y el tenis absorbían las energías físicas, el tiempo y el dinero de la juventud masculina.

Obra literarias

En su faceta como autor dramático, esta mirada deportiva servirá para ambientar los dramas con personajes obsesionados por las formas de la vida moderna y por el estilo de vida de los deportistas y el gasto de los dineros y bienes de los hombres jóvenes del primer tercio del siglo XX. Es el caso de las obras El automóvil (1902), Más fuerte que el amor (1906) y Literatura (1931)

Epílogo

La mirada cosmopolita y sus ideas abiertas al uso universal del lenguaje destacaron una labor pionera tanto para el lenguaje periodístico como para el lenguaje literario del deporte al llevar a escena esta temática.

Referencias bibliográficas

BENAVENTE, Jacinto: El automóvil. Madrid: Imprenta Fortanet, 1902.

Más fuerte que el amor, Madrid: Imprenta Fortanet, 1906.

– “De sobremesa”, El Imparcial, Madrid, 10 de agosto de 1908.

 Literatura. Madrid: Imprenta Fortanet, 1931.

Obras completas, Tomo VII, (Conferencias – Discursos – ¡Palabras, palabras! – Cartas de mujeres – De sobremesa: Crónicas – Plan de estudios para una escuela de arte escénico). Con una nota del autor. Madrid: Aguilar, 1953.

CASTAÑÓN RODRÍGUEZ, Jesús – RODRÍGUEZ ARANGO, María Ángeles, Creación literaria española sobre deporte moderno, Valladolid, 1997.

GALLEGO MORELL, Antonio: “El deporte en las Letras: Benavente fue el primero en llevar al teatro la temática deportiva”, Deporte 2000, 6, Madrid, 1969, págs. 62-63.