Cabecera de Idioma y Deporte
29 de octubre de 2007

Palabras en juego

Por Jesús Castañón Rodríguez

Camiones, góndolas, aerógrafos

Recientemente, se ha celebrado en el circuito del Jarama el Gran Premio Camión de España, dos jornadas de carreras apasionantes y duelos, que sacan chispas, en las que se han podido presenciar: «entrenamientos libres» (no cronometrados), «entrenamientos cronometrados», desfiles de «camiones americanos», carreras calificativas, «warm-up» (calentamiento) y la carrera del campeonato.

En este tipo de carreras, que también se suelen disputar en el circuito de La Torrecida en Albacete, participan «camiones» y «supercamiones».

Los primeros cuentan con motores de 500 cv. y llevan situado el motor en medio para compensar el peso en la cabina y poder tomar las curvas con estabilidad.

Y los segundos tienen motores de 900 a 1.500 cv. y lo tienen colocado más atrás de lo normal para evitar vuelcos en las curvas y en posibles frenadas fuertes.

Al igual, que otras carreras en circuitos, aparecen términos como «dirección de carrera», «torre de control», «sala de comisarios» o los jueces para «falsas salidas»…

Y habrá visto el «parque cerrado» (en la zona de paddock situada entre la torre de control y la nave de verificaciones), la sala de «briefing» (reuniones), las «parrillas», los «boxes» (garajes), el «paddock», el «pit-lane» (carril que da acceso a la zona de talleres), la zona de «control de humos».

Por los 3.850 metros de desarrollo del circuito del Jarama han sonado las ensordecedoras bocinas del triunfo y han echado humo a pleno rendimiento todos los elementos de la carrocería, la suspensión, el tren rodante, la transmisión, la capacidad cilíndrica, la culata y colectores, la alimentación y los bajos del motor con sus pistones, bielas, volante y cigüeñal.

Si es de quienes disfruta con el «bloque motor» o «bloque de cilindros» (cuerpo principal y estructura básica del motor), diferencia la «biela» (pieza que transmite la fuerza de la combustión sobre el pistón en movimiento) y sabe dónde está la «bomba de aceite», éste es su deporte.

Si no reconoce ni una «góndola» (remolque de dos niveles y rampas abatibles para el transporte automóviles nuevos sin rodar), siempre le queda el desfile de los «trucks» o «camiones americanos» y admirar sus «aerógrafos» formados por pinturas y dibujos llamativos que decoran la parte exterior de las cabinas.

Publicado en La Nueva España, Oviedo, 29 de octubre de 2007.