Palabras en juego
Camiones, góndolas, aerógrafos
Recientemente, se ha celebrado en el circuito del Jarama el Gran Premio Camión de España, dos jornadas de carreras apasionantes y duelos, que sacan chispas, en las que se han podido presenciar: «entrenamientos libres» (no cronometrados), «entrenamientos cronometrados», desfiles de «camiones americanos», carreras calificativas, «warm-up» (calentamiento) y la carrera del campeonato.
En este tipo de carreras, que también se suelen disputar en el circuito de La Torrecida en Albacete, participan «camiones» y «supercamiones».
Los primeros cuentan con motores de 500 cv. y llevan situado el motor en medio para compensar el peso en la cabina y poder tomar las curvas con estabilidad.
Y los segundos tienen motores de 900 a 1.500 cv. y lo tienen colocado más atrás de lo normal para evitar vuelcos en las curvas y en posibles frenadas fuertes.
Al igual, que otras carreras en circuitos, aparecen términos como «dirección de carrera», «torre de control», «sala de comisarios» o los jueces para «falsas salidas»…
Y habrá visto el «parque cerrado» (en la zona de paddock situada entre la torre de control y la nave de verificaciones), la sala de «briefing» (reuniones), las «parrillas», los «boxes» (garajes), el «paddock», el «pit-lane» (carril que da acceso a la zona de talleres), la zona de «control de humos».
Por los 3.850 metros de desarrollo del circuito del Jarama han sonado las ensordecedoras bocinas del triunfo y han echado humo a pleno rendimiento todos los elementos de la carrocería, la suspensión, el tren rodante, la transmisión, la capacidad cilíndrica, la culata y colectores, la alimentación y los bajos del motor con sus pistones, bielas, volante y cigüeñal.
Si es de quienes disfruta con el «bloque motor» o «bloque de cilindros» (cuerpo principal y estructura básica del motor), diferencia la «biela» (pieza que transmite la fuerza de la combustión sobre el pistón en movimiento) y sabe dónde está la «bomba de aceite», éste es su deporte.
Si no reconoce ni una «góndola» (remolque de dos niveles y rampas abatibles para el transporte automóviles nuevos sin rodar), siempre le queda el desfile de los «trucks» o «camiones americanos» y admirar sus «aerógrafos» formados por pinturas y dibujos llamativos que decoran la parte exterior de las cabinas.
Publicado en La Nueva España, Oviedo, 29 de octubre de 2007.
