Palabras en juego
La media luna del «hangetsu-dachi»
El pasado día 3 de noviembre se celebró en Ibiza la Copa de España de kárate, la actividad de origen japonés que el «Diccionario Panhispánico de dudas» recomienda escribir como «karate» o «kárate».
Para muchos, este deporte está unido a recuerdos infantiles de «kata» (movimientos coordinados que se realizan para desarrollar una técnica) y «kumite» (competición) en un universo de golpes secos realizados con manos, brazos y pies.
Su variada realidad habrá hecho que en el campeonato haya oído numerosas voces para referirse a las diferentes partes de la mano que intervienen en los golpes: «seiken» (puño), «haishu» (dorso), «haito» (borde exterior de la palma), «seiryuto» (borde interior de la palma), «tieso» (base de la palma) y el apoyo de «haiwan» (cara superior del antebrazo), «naiwan» (borde interior del antebrazo) y «empi» (codo). Y también, términos para designar las partes del pie: «haisoku» (empeine), «hizagashira» (rodilla), «kakato» (talón), «koshi» (base de los dedos del pie), «sokuto» (borde exterior) y «teisoku» (planta).
Sin embargo, el verdadero espectáculo se ha concentrado en las posiciones adecuadas para la técnica o «dachi waza» entre las que hay posturas que imitan la naturaleza como «hangetsu-dachi» o de la media luna, «kiba-dachi» o posición de jinete y «neko-ashi-dachi» o del gato. Y también, ha estado en las defensas o paradas denominadas «uke waza», los golpes de puño directos llamados «tsuki-waza», los golpes indirectos o «uchi-waza» y las patadas o «geri-waza».
Si se perdió el campeonato, disfrute en el futuro con las patadas «kekomi» (profunda), «mae-geri» (frontal), «mawashi-geri» (circular), «tobi-geri» (patada en salto), «ushiro-geri» (hacia atrás) y «yoko-geri» (lateral) de Borja Areces, Marcos Arenas, Sergio Arias, Richard Caicedo, César Castaño, Edgar Durán, Daniel Fernández, Noelia Fernández, Estefanía García, Natalia García, Valentín Marcos, Nayara Parra, Pedro Ramos, Iván Rodríguez… o el campeonísimo Óscar Vázquez.
Y en el combate de la vida, siéntase karateca mientras no deja de «dar cera, pulir cera», como recomendaba el señor Miyagui de la película «Kárate Kid». Superará sus problemas con la técnica de la «grulla»: una patada frontal hacia delante en salto para terminar con un apoyo sobre la pierna contraria.
Publicado en La Nueva España, Oviedo, 5 de noviembre de 2007.