Palabras en juego
Carrera de montaña
Este fin de semana se celebró en La Puyada a Oturia (Sabiñánigo) el Campeonato de España individual y por selecciones autonómicas de carrera de montaña.
A lo largo de 38 kilómetros y un desnivel de 2.200 metros, los atletas o «runners» de montaña fueron supervisados por un comité de carrera formado por los jueces «de itinerario» (para el desarrollo de la competición), «de salida» (al inicio de la carrera), «de llegada» (al final de la prueba) y un delegado federativo. Y también por un «jurado de competición» con los árbitros, el director de la prueba, un delegado federativo y un representante de los deportistas.
Provistos de calzado, vestimenta, un «dorsal» y un bastón o «piolet» salvaron diferentes controles: «de salida» y «de llegada» (con cronometraje en las líneas de partida y final), «de paso» (en cumbres, collados o cruces), «orientativos» (en piedras, barrancos, ríos, cambios de dirección, bosques y cruces de pistas susceptibles de ser un riesgo o una confusión) y «de cierre de carrera» (para recoger a los participantes que abandonaron).
Siguieron las informaciones del «mapa» (croquis con información del recorrido) y el «perfil» (que aporta datos sobre cotas y kilometraje del recorrido) para realizar «trepas», «ascensos» y «descensos» por cuerdas y «deslizamientos».
Y tras alimentarse e hidratarse en los «puntos de avituallamiento» situados en subidas, llanos y el recinto de llegada, portaron los desperdicios de latas y papeles hasta los lugares señalados por una organización que marcó el recorrido con una señalización con banderas, cintas y flechas fabricadas con materiales biodegradables.
Asturias también es un paraíso para esta especialidad deportiva. El desnivel de las montañas permite ver carreras de gran belleza paisajística como los recorridos por Coto-Musel, Llusoriu-Monsacro, Macizo Central, Naranco, Pousadoiro o Tolivia. Y llegar al máximo esfuerzo en las subidas al Picu Pienzu y al Benzúa, la Travesera Integral de los Picos de Europa y la Quebrapates Peña Mea que, como su nombre indica, requiere el máximo esfuerzo.
Publicado en La Nueva España, Oviedo, 4 de junio de 2007.