Cabecera de Idioma y Deporte
30 de abril de 2007

Palabras en juego

Por Jesús Castañón Rodríguez

Salvamento y socorrismo

Entre el 27 de abril y el 1 de mayo se viene celebrando en Tenerife el Campeonato de Europa por equipos nacionales de salvamento y socorrismo.

Este deporte, que se practica de forma individual o en equipos de tres participantes creó su federación internacional en 1936, lleva a cabo rescates, presta primeros auxilios y solicita ayuda médica en situaciones de riesgo.

Existen varias formas de competición tanto en piscinas como en el mar con algunas pruebas curiosas. Es el caso del «lanzamiento de salvavidas» donde se arroja una serie de flotadores de 3,5 kilos en un minuto y 25 segundos, de la «natación con paso de obstáculos» en la que el socorrista sortea dos filas de salvavidas separados a dos metros de distancia, del «salvamento a nado de maniquí» con el arrastre de una figura de 70 kilos sumergida en el agua, del «salvamento con embarcación» para ir al rescate en un bote de dos remos y del «tetrathlon» que suma los puntos obtenidos por el socorrista tras haber realizado las cuatro pruebas anteriores sin abandonar.

Observe sus técnicas de «agarre a una muñeca» con una o dos manos, de «agarre al cuello» en el que pone la mano en la cara del accidentado, fuerza su cabeza hacia atrás y coloca su pie en el abdomen o de «agarre al tronco» por debajo o por encima de los brazos. Y fíjese en los tipos de remolque de accidentados: «de axila/barbilla», «de brazo rodado», «de mentón», «de mentón/axila», «de palmas a la cabeza» y «por las axilas «.

La vida del socorrista lleva pruebas físicas como el nado en estilo libre, el nado vestido en estilo libre, la recogida de aros del fondo de una piscina para practicar la apnea continua, el remolque de accidentados, la «flotación dinámica» (con los brazos alzados, los codos por encima del agua y sin desplazarse) o pruebas combinadas que mezclan lo anterior y la reanimación.

Cuando este verano vaya a la playa, no sueñe con que venga Pamela Anderson a taparle la boca, pinzarle la nariz, frotarle con los nudillos las costillas… El socorrismo crea gente mejor: héroes anónimos que convierten en un deporte salvar vidas o consiguen campeonatos como el obtenido en 2004 por la Selección asturiana en 90 metros esprín en la playa.

Publicado en La Nueva España, Oviedo, 30 de abril de 2007.