Palabras en juego
Saltos de esquí
Ha empezado un nuevo año. Un tiempo para brindar por el deporte asturiano y los ocho deportistas que defienden su condición de campeones del mundo: Fernando Alonso (automovilismo), Manolo Busto (piragüismo), César Castaño (kárate), Jenaro Díaz (baloncesto), Alberto Entrerríos, Raúl Entrerríos y Rubén Garabaya (balonmano) y Graciela Pisonero (vela).
Como es costumbre, el nuevo tiempo no ha faltado a la tradición del 1 de enero: el Concierto de Año Nuevo, en el que la Orquesta Filarmónica de Viena interpreta la «Marcha Radetzky» de Strauss al compás de las palmas del público, y los saltos de esquí en la estación de Garmisch-Partenkirchen.
Esta cita forma parte del Campeonato de los Cuatro Trampolines, una prueba que, desde su fundación en 1955, sólo ha sido ganada por el germano Sven Hannawald en las cuatro rampas de Oberstdorf y Garsmich-Partenkirchen, en Alemania, y de Innsbruck y Bischofshofen, en Austria.
El salto de esquí, que forma parte de los Juegos Olímpicos de Invierno desde su primera edición en 1924, encierra una gran belleza y mayor dificultad técnica. Es una lucha, desde trampolines de 90 y 120 metros de recorrido, por la distancia, la estabilidad en el aire durante el vuelo, la ausencia de balanceo en todas las acciones y el estilo con armonía, estética y seguridad.
Cuenta con una curiosa terminología para toda la secuencia. Arranca desde la «salida» en lo alto de la «rampa de despegue», continúa con el deslizamiento por el «trampolín» e inica el «despegue» en el que toma el impulso para alcanzar distancia.
Ejecuta el «vuelo», con una velocidad superior a 100 kms. por hora, con el cuerpo inclinado hacia adelante y los brazos pegados al cuerpo en «posición clásica» (con las piernas en paralelo) y en «posición V» (con las piernas abiertas). Tras sobrepasar el «punto crítico» o «punto k», realiza el «aterrizaje» en la posición de «telemark» con un rodilla por delante, para aguantar el impacto brutal en el suelo, y se ayuda del movimiento de los brazos para mantener el equilibrio sin caerse.
Sea valiente y salte desde su sillón para dar impulso al deporte de Asturias. Feliz 2007.
Publicado en La Nueva España, Oviedo, 8 de enero de 2007.