Cabecera de Idioma y Deporte
10 de abril de 2006

Palabras en juego

Por Jesús Castañón Rodríguez

Palabras en juego

En Den Bosch (Holanda) se está celebrando el campeonato de Europa de bádminton, el deporte que surgió en la inglesa mansión de Badminton House en 1873 y en el que sus practicantes pasan al campo contrario un «volante,» formado por una «base» o parte semiesférica de 25 a 28 milímetros de diámetro, y unas «plumas» que están formadas una faldilla artificial o por dieciséis plumas naturales de ave.

Llevan una vida a raquetazos para que el volante traspase los 300 kilómetros por hora. Y pueden imprimirle mayor o menor velocidad si «pican» o doblan la punta de la mitad de las plumas. Si se hace hacia el interior volará más rápido, mientras que si se hace hacia el exterior irá más despacio.

Los jugadores de bádminton ejecutan golpes para «abrir» o «cerrar» la raqueta según la oriente ligeramente hacia arriba o hacia abajo en la ejecución de un golpe. Y también pueden «cortar» el volante si golpea de lado en su cabeza para imprimirle efecto.

Realizan acciones divertidas como el «balanceo», cuando mueven el brazo de arriba a abajo dibujando un arco en el aire, el «hairpin» o dejada que se ejecuta en la red trazando el volante una trayectoria en forma de U invertida y el «servicio flick», que aparece en los partidos de dobles cuando se simula un golpeo suave para después imprimir velocidad con un golpe de muñeca.

Sujetan la raqueta con varios tipos de empuñadura: la «básica o universal» al colocar el pulgar entre el índice y los otros dedos, «de red» o «en sartén» al agarrar la empuñadura con la palma de la mano en golpes rápidos y fuertes, y «de revés» con el pulgar situado a lo largo de uno de los lados del extremo del mango de la raqueta.

Los golpes, dejadas y remates, por encima de la cabeza o por debajo de la cintura del rival y según la trayectoria que sigan en la pista, recibirán numerosas denominaciones: cortado, cruzado, de derecha, de revés, en suspensión, medio, paralelo, rectificado…

El deporte de raqueta más veloz ha tenido una gran acogida en el ámbito escolar, por su aparente tranquilidad, y ha logrado un gran desarrollo en Asturias gracias a las hazañas de Patricia Alonso, Sara Bouzas, Elena Fernández, Azucena García, Jaime González, Raquel Hevia, Alberto Vijande o la Selección infantil asturiana.

Publicado en La Nueva España, Oviedo, 10 de abril de 2006.