Palabras en juego
La defensa y… la delantera del idioma (y II)
El equipo de la corrección del lenguaje periodístico del deporte ha contado con diversas figuras. Las pioneras fueron los diarios El Debate y La Veu de Catalunya, que incorporaron el deporte a la información general y a la enseñanza del periodismo y, además, divulgaron su terminología en castellano desde la primera candidatura de Barcelona a los Juegos Olímpicos.
La Escuela Oficial de Periodismo y el diario Ya pidieron vocabularios comunes y favorecieron un uso especial de confección y titulación. Acisclo Karag, José Luis Lasplazas, Juan José Castillo, Alfredo Relaño, Paco Rengel, Chema Forte, José Luis Rojas… anotaron jugadas individuales con vocabularios, enciclopedias y secciones especializadas de reflexión. Matías Prats, Julián García Candau, Álex Grijelmo y otra treintena de periodistas han establecido plusmarcas con sus experiencias y consejos. La Agencia Efe, el diario El Mundo Deportivo y el área de Deportes de Televisión Española crearon libros de estilo para informar con eficacia sobre Juegos Olímpicos de verano y Juegos del Mediterráneo.
El lenguaje periodístico es una tarea colectiva para conseguir que los aficionados sientan, vivan y sueñen con el deporte. Se somete a sesiones de gimnasia para jugar con la grada a la hora de generar alegría y emoción, concentrar el pensamiento colectivo y ser una ocasión de producir arte en crónicas que encierran textos literarios de ficción.
La realización de esta labor, conforme a las reglas del idioma, ha logrado influir en la renovación general del mismo con una goleada de términos que marcan tendencias en otros ámbitos: el turismo, la gestión del trabajo en equipo y el liderazgo en la vida empresarial y las áreas informativas de política, economía y sociedad.
Este crecimiento de su peso social obliga al lenguaje periodístico del deporte a conocer los propios errores para evitar su repetición. Y sin duda merece el reconocimiento y el elogio de su verdadera dimensión en el siglo XXI como un triunfo de la liberación por el esfuerzo.
Si hubiera que resumir en una imagen la relación del periodismo deportivo y el lenguaje, se parecería a la de Forest Smithson, el vencedor de la carrera de 110 metros vallas en los Juegos Olímpicos de 1908, que tras su triunfo repitió la carrera ante la prensa leyendo un libro a la vez que salvaba los obstáculos.
Publicado en La Nueva España, Oviedo, 20 de marzo de 2006.