Joan Manuel Serrat y el deporte
Joan Manuel Serrat y el deporte
Jesús Castañón Rodríguez
Joan Manuel Serrat es uno de los cantautores más respetados en Iberoamérica. Nacido en Barcelona en 1943, ha pertenecido a la Nova Cançó (movimiento cultural que defendía la recuperación de la identidad catalana a través de la música) y se ha convertido en un cronista de tiempos y deseos, en transmisor de melancolía y esperanza, de lamentos y sentido del humor aplicados a grandes temas, compromisos y pequeñas cosas de la vida diaria.
Su concepción de la canción, como acto personal donde echa hacia fuera todo lo que lleva dentro hasta transmitir felicidad y nostalgia, le ha llevado a un gran reconocimiento en sus composiciones, pero también cuenta con una relación con el deporte menos conocida.
La lírica de la admiración
Esta relación abarca varias facetas. En primer lugar, su vivencia apasionada como aficionado al fútbol, con su identificación y admiración por el Fútbol Club Barcelona, le llevan a asistir habitualmente a encuentros, a participar en partidos benéficos con las viejas glorias de la entidad, a una profunda admiración por Kubala y a colaborar en los actos del Centenario en 1999 cantando el himno de la entidad con un coro de 120.000 voces en el Nou Camp.
En segundo lugar, transforma esa vivencia en dos composiciones musicales escritas en catalán. Es el caso de Temps era temps, canción de 1980 en la que retrataba la ciudad de Barcelona en la posguerra: extraperlo, tranvía, fútbol… Hace que el fútbol sea elemento definidor de una época con un estribillo donde figuran «Basora, César, Kubala i Manchón».
Kubala, en 1989, es la exaltación del mito, la evocación de su técnica para internarse en el área, para poner el balón camino de la gloria del gol. Constituye una mitificación personal, más allá de que la historia del fútbol diga que el jugador más grande fue Pelé, que sólo hubo un Maradona o que Di Stéfano era un pozo de picardía.
Literatura deportiva
Y en tercer lugar, ha desarrollado una interesante labor como jurado del Premio de Poesía Deportiva Juan Antonio Samaranch que organizaba el semanario Don Balón.
La lírica, los sentimientos y la concentración de emociones en estructuras muy cortas hizo que los organizadores del galardón contaran con él para estar en el jurado junto a Manuel Alcántara, José Luis Córdoba, Romà Cuyás, Pedro Ruiz y Esteban Conde durante la segunda mitad de los años ochenta y la década de los noventa.
Una expresión artística del deporte
En resumen, Joan Manuel Serrat es un ejemplo de persona que ha trabajado por las relaciones entre las emociones del deporte y de la música. Una muestra de que la expresión musical y literaria del deporte puede generar formas culturales novedosas que lo dignifiquen.