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Los botines de piqué… e Iniesta

Reseña de El Altillo, de Jesús Nieto Jurado

Jesús Castañón Rodríguez

NIETO JURADO, Jesús: El Atillo. Madrid: Chiado Books, 2019. 

El 30 de noviembre de 2019 se presentó en Valladolid El Altillo, libro de memorias de Jesús Nieto Jurado que rinde homenaje a la vida bohemia en el siglo XXI.

El Colmado de San Andrés, original y ecléctico local por su decoración, sirvió de marco para que diversos periodistas, humoristas gráficos y público asistente reflexionaran en un ameno coloquio con música de fondo, interpretada al piano, sobre las historias que aparecen en el volumen.

El autor durante la presentación en El Colmado de San Andrés.

El libro

El Altillo toma forma de diario personal para presentar 117 artículos, publicados entre el 22 de octubre de 2012 y el 14 de julio de 2019, aunque la mayor parte se concentran en 2013 y 2016.

Proporciona una visión particular y subjetiva del mundo exterior y sus contextos nacionales o internacionales desde un altillo en la calle Fuencarral, con libertad, con amplia conexión con la interpretación del sentir popular en las calles y con el afán del escritor que llega a Madrid para alcanzar el éxito literario y social.

Da continuidad a una línea tradicional de la literatura y el periodismo en España que retrata sus diferentes épocas mediante un juego intelectual que mezcla la realidad con intuiciones e imágenes, la lírica con la crueldad y la épica con lo sentimental. Todo ello, en una línea literaria y periodística que conecta con Francisco de Quevedo, Mariano José de Larra, Ramón María del Valle-Inclán, Francisco Umbral o Raúl de Pozo.

Como establece este último en el prólogo, el autor se convierte en un moderno Petrarca que recorre Madrid desde sus facetas más pesimistas y marcadas por la corrupción hasta las caras más amables y festivas. Y acompaña este viaje por la España del siglo XXI con un coro de numerosas referencias a otras manifestaciones artísticas como la música y el cine y con una corte social de personalidades del columnismo, la literatura, la música, la tauromaquia y el deporte desde el siglo XVI al XXI.

Portada del libro.

Una lectura deportiva

Para el mundo del deporte, El Altillo presenta la novedad de incorporar su presencia a la vida bohemia en el Madrid del siglo XXI. Supone un nuevo enfoque que supera la tradicional contemplación del deporte, la asistencia a sus acontecimientos o su mera práctica en otros autores de este género literario. Y conforma un caso curioso porque el autor oscila entre mostrar su preferencia por los aros de calamares sobre los aros olímpicos y encontrar en el deporte una fuente de relajación frente a la tensión de la adicción a la actualidad.

A lo largo de El Altillo, Jesús Nieto aparece como practicante de seis deportes conocidos: spinning, running, ciclismo, senderismo, fútbol y natación. Y además, de otra actividad física en el madrileño parque de El Retiro, aún por contar con una denominación: correr detrás de una pelota para hacer autopases y establecer relaciones sociales. Quizá el propio autor pueda bautizarlo ingeniosamente como trasbolapié o Nietingball, por decirlo en inglés.

Ocho deportes constituyen un espejo útil para retratar subjetivamente la sociedad española entre 2012 y 2019 y son una fuente de inspiración para crear imágenes y condensar emociones.

Es el caso del automovilismo con la imagen de Fernando Alonso en su retirada de la fórmula 1 y su carácter bravo, del ciclismo como forma de desconectarse de la actualidad y encontrar paz en la cima de puertos como La Covatilla o Abantos, de la hípica con el recuerdo de la organización de partidos de polo en plazas de toros gracias al reclamo de personajes de la crónica social como el jinete Álvaro Muñoz Escassi Escassi, del montañismo con la muerte de varios zamoranos en los Picos de Europa y su concepción como forma de rejuvenecer y alcanzar nueva sabiduría cada vez que se corona una cima, de la natación con su baños en el Pisuerga, del senderismo con un toque literario de Antonio Machado para ir a la soledad y volver de ella o del tenis para destacar las peripecias de Rafael Nadal, un ganador marcado por la madurez y la soledad, por una idea de héroe que no quiere serlo.

En la obra, sobre todo, predomina el fútbol. Aunque marcó su fracaso infantil, no le ha impedido afianzar una gran afición al Real Madrid, la Selección Española y al estilo de hablar con convicción teatral de este deporte. A pesar de seguir las transmisiones televisadas sin ponerse las gafas, ha tenido suficiente visión para mantener una gran amistad con Miguel Pardeza, a quien presentó su libro Torneo, ha asistido a numerosas celebraciones de triunfos del club blanco… Y de la Selección exalta las figuras de Luis Aragonés, por sentar las bases para de la proyección sentimental del país a través del fútbol entre 2008 y 2012, y de Andrés Iniesta con el que llega a identificarse en lo sublime pues su tanto en la final de la Copa Mundial de la FIFA de 2010 fue uno de los instantes más felices de su vida.

En el libro también se registran otras referencias relacionadas con el Atlético de Madrid y el Real Valladolid que le son de utilidad para describir el carácter de las personalidades como Joaquín Sabina, José Tomás y Vicente Vallés, explicar formas irónicas y socarronas de expresarse y hasta comentar la inestabilidad del césped del estadio José Zorrilla al inicio de la temporada 2018-2019.

Además, en sus textos se incluyen breves referencias a gimnasios, piscinas, pistas de pádel… que se convierten en elementos para describir ambientes.

Epílogo

El Altillo es un libro de memorias que proporciona una mirada subjetiva y emocionada, desde Madrid, para interpretar y opinar sobre los hechos de la historia de España. Si su ídolo Francisco Umbral escribió Los botines de piqué blanco para hacer la biografía literaria de Valle Inclán, El Altillo pinta un curioso y singular fresco de la España del siglo XXI en su segundo decenio con los botines de Piqué… e Iniesta.