Cabecera de Idioma y Deporte
15 de julio de 2012

La expansión del lenguaje periodístico del deporte

Por Jesús Castañón Rodríguez

La expansión del lenguaje periodístico del deporte (*)

Jesús Castañón Rodríguez

(*) Texto de la intervención presentada en la mesa“La importancia social y lingüística del lenguaje periodístico del deporte” en el VII Seminario Internacional de Lengua y Periodismo: El español en el periodismo deportivo.

El relato de los triunfos deportivos en los países que hablan en español ha convertido el lenguaje periodístico en una fiesta social que reúne apasionadas voces de los deportistas, expresiones alegres de las tribunas, términos de los medios de comunicación y recreaciones artísticas.

A lo largo de la historia, la comunicación deportiva ha jugado en canchas, despachos, gradas y redacciones, ha encontrado la originalidad en el cruce de expresiones con origen variado, ha hecho comprensibles para el gran público términos de procedencia lejana y ha creado nombres para las ilusiones y los afanes de los diferentes estamentos del deporte.

En la actualidad, entre teclados de portátiles, melodías de relatos y un coro de múltiples voces atiende a la necesidad social de un entusiasmo global que convierte al deportista y a las entidades en iconos, marcas y personajes de la cultura mediática y transforma el deporte en un pretexto para representar otras historias, mitos, valores, prioridades, esperanzas, sueños y aspiraciones. Aborda una información esencial en alta velocidad, sin fronteras ni horarios. Más allá del ámbito para gazapos, latiguillos y tópicos, las tribunas de prensa, las zonas mixtas y otros espacios habilitados generan textos de lectura y escucha rápida y fácil que hacen entrar en juego a la espontaneidad, la oralización, la precisión terminológica, las traducciones, el uso de hispanoamericanismos léxicos, los juegos de palabras, el humor y la descripción de acontecimientos para audiencias no especializadas.

Esta compleja realidad ya ha merecido el creciente estudio de las ciencias sociales sobre tres grandes ejes: la relación entre historia cultural y medios de comunicación al influir en comportamientos y al servir su lenguaje como recurso de redacción en otras áreas informativas, el análisis de sus dimensiones política, cultural, emotiva y estética y su valor social vinculado a aspectos de internacionalismo, interculturalidad, educación, sanidad y calidad de vida.

La mirada de los medios

La labor de la comunicación deportiva de sintetizar estados de ánimo, clasificar la experiencia vivida y crear opiniones ha desarrollado una creatividad exuberante que afecta a los tres niveles del idioma. En el fónico, se desarrolla en la pronunciación con juegos que imitan esquemas acentuales o entonaciones de otras lenguas, las transcripciones fónicas, la variedad de entonación, el uso de efectos de ritmo, el tratamiento que reciben los extranjerismos y el empleo de marcas gráficas. En el léxico y gramatical la creatividad recurre a derivación con sufijación y prefijación, composición, parasíntesis, siglas, acrónimos con cruces léxicos y acortamientos, y en especial, emplea neologismos, hispanoamericanismos léxicos, lenguajes figurados, terminología opaca, modificación de discurso repetido a partir de unidades de lengua coloquial o basadas en títulos de formas culturales de éxito social y otros juegos retóricos.

Ha contado con numerosos aciertos y ha llevado a cabo situaciones llamativas como eliminar la terminología técnica de los deportes para su mayor comprensión. Es el caso de la terminología opaca transforma al personal sanitario que hace un control antidopaje en «vampiro»; un tipo de bicicleta aerodinámica en «cabra»; un tapón del baloncesto en «sombrero»; un escalador ciclista en «escarabajo», un cartel reversible del automovilismo en «chupete»; un delantero futbolístico en «abrelatas»…

Y en el triunfo en la Copa del Mundo de Fútbol de 2010 no sólo permitió la reinterpretación optimista de la realidad con la presencia de las metáforas deportivas en otros ámbitos, sino también rescatar temas de gran tradición cultural: la invocación de la buena suerte para superar la incertidumbre, gracias a un pulpo que pronosticaba los resultados, la reposición de la justicia más allá de la muerte, con el recuerdo emocionado que Andrés Iniesta y Sergio Ramos hicieron de compañeros que fallecieron de muerte súbita y el triunfo del amor frente a la oposición de otras fuerzas.

A lo largo de la historia del periodismo deportivo en español, la preocupación de la comunicación deportiva por el buen uso del lenguaje ha superado el tópico de su desinterés por esta cuestión, pues sólo en España ha contado con las aportaciones de centenar y medio de periodistas.

Entre las propuestas de expresiones en español para favorecer su difusión social y la elaboración de libros de estilo con enfoque panhispánico, se han tenido en cuenta tres centros de interés: la orientación de los profesionales, la reflexión sobre el idioma y la formación especializada. La primera ha evolucionado desde la transcripción de los nombres y las recopilaciones de vocabulario al establecimiento de criterios de uso en libros de estilo y otras guías. La reflexión ha descrito sus principales hallazgos y errores con especial atención a la labor creativa de lenguaje y a los extranjerismos. Y la formación especializada ha desarrollado maestrías, congresos, seminarios de corrección de textos, cursos de verano y otras actividades, al menos, en España, Guatemala, México y Puerto Rico.

Y además, se ha exaltado la relación entre cultura y deporte en crónicas y antologías literarias, se han analizado los mecanismos de cultura popular que intervienen en su puesta en escena, se han llevado a cabo estudios sobre la creación literaria de tema deportivo y se han desarrollado aspectos de didáctica en todos los niveles educativos.

La mirada de los lingüistas

Esta labor ha sido comentada por los lingüistas, entendidos como unos hinchas del idioma que han visto el juego de las redacciones en el relato de competiciones, se han emocionado con sus valores y aciertos, han aplaudido su creatividad o han mostrado su protesta cuando se han propinado patadas al buen uso del lenguaje.

Su visión especializada comprende varios puntos de atención. Primero, la observación de los usos del español actual con orientaciones hacia el decoro y la crítica de sus excesos e impropiedades.

Segundo, la creciente reflexión institucional ha contado con las orientaciones del Diccionario Panhispánico de Dudas, las reflexiones de las diferentes ediciones del Congreso Internacional de la Lengua Española y la participación de académicos de Argentina, Colombia, España, Estados Unidos, México…

Tercero, el acceso a la documentación e información deportiva también ha generado terminología especializada y tesauros.
Cuarto, la investigación universitaria ha comprendido más de una treintena trabajos, elaborados en Colombia, Cuba, España, Guatemala, Italia, República Checa, Suecia, Suiza y Venezuela, que han recurrido al lenguaje periodístico como fuente documental.

Quinto, la reflexión en congresos, seminarios y cursos se ha extendido por siete países y, últimamente, se han centrado en cuestiones de lenguas de especialidad y su relación con la necesidad de formar profesionales especializados con un bagaje lingüístico específico.

Sexto, la paulatina presencia del lenguaje periodístico del deporte en el ámbito educativo se registra en la enseñanza reglada -con actividades culturales y cursos universitarios, la enseñanza del español para extranjeros y la educación secundaria- y en la enseñanza no reglada, con el aprendizaje de idiomas con un entorno eficiente, rápido y divertido.

Séptimo, la constante la internacionalización del deporte ha dado lugar a la presencia del español en trabajos multilingües para la alta competición. Con el fin de mejorar la comunicación de periodistas, traductores y voluntarios, desde 1960, se ha registrado este tipo de obras en diferentes ediciones de los Juegos Olímpicos, los Juegos del Mediterráneo y la Copa del Mundo de Fútbol. En esta labor han destacado Rafael Solana, Jefe de Prensa del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de verano de 1968 que en 1967 solicitó a la Real Academia Española la adaptación al español de la terminología olímpica, el Instituto Nacional de Educación Física y Deportes, la Agencia Efe, la Oficina de Información Diplomática y el Centro de Terminología de Cataluña Termcat con unas experiencias que han sido aprovechadas por los comités organizadores de los Juegos Olímpicos de Verano en Múnich, Montreal, Atlanta, Sidney y Pekín, y por la Copa del Mundo de Fútbol en la edición de Corea y Japón.

Un comentario aparte merece la incorporación del lenguaje periodístico del deporte como fuente para corpus textuales y bases de datos y la constante colaboración de periodistas deportivos en la confección de diccionarios, enciclopedias y otros repertorios. La presencia de términos deportivos en más de doscientas obras lexicográficas y reflexiones universitarias se extiende por veinte países, de los que sólo diez son habla hispana, y ha generado enfoques históricos, ideológicos, temáticos, diccionarios de uso y del español actual y multilingües.

Es una inmensa tarea en la que la Asociación de Academias de la Lengua Española y la Real Academia Española, sólo en el siglo XXI, han recogido en el Diccionario de la Lengua Española, el Diccionario Panhispánico de dudas, el Diccionario Esencial de la Lengua Española y el Diccionario de Americanismos expresiones deportivas de carácter general, voces específicas sobre elementos, indumentaria y lances del juego de 81 disciplinas deportivas, denominaciones populares de aficiones y equipos, expresiones de la lengua común provenientes del lenguaje deportivo, acrónimos de instituciones, entidades y federaciones, orientaciones ortográficas, gramaticales y de carácter léxico con el comentario de vulgarismos, tópicos, dudas y errores más comunes.

Epílogo

El siglo XXI constituye un apasionante reto para el lenguaje periodístico del deporte en español, por su incidencia en la renovación de la lengua general, por haberse convertido en un recurso para la redacción de otras áreas informativas y por su influencia social en una gran extensión territorial dado que su estudio y reflexión se ha llevado a cabo, al menos, en 26 de países, de los que sólo 12 son de habla hispana. En concreto, 14 de América: (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Cuba, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela), 11 de Europa (Alemania, Austria, España, Francia, Hungría, Italia, Reino Unido, República Checa, Rusia. Suecia y Suiza) y 1 de Asia (Japón).

Sin duda, desde los tiempos de Cervantes en que hace participar a Periandro en cinco pruebas en Los Trabajos de Persiles y Sigismunda a los actuales Juegos Olímpicos y Paralímpicos, el lenguaje deportivo ha ido más alto, más lejos y más fuerte. Su forma de expresión periodística ha sido un constante juego de ingenio, una fiesta social en una cancha sin límites y una forma de acceso al deporte para gran parte de la población.