Palabras en juego
El idioma en calzoneta
Especial Juegos Olímpicos Pekín 2008
La alegría de las medallas olímpicas se ha extendido por Argentina, Colombia, Cuba, Ecuador, España y México, gracias a los primeros pasos que dieron el ciclista Samuel Sánchez y el «pesista» colombiano Diego Salazar en halterofilia.
Permite adentrarse en la riqueza del castellano en el deporte, ese patrimonio de una «fanaticada» que valora la actuación arbitral del «silbante» y del «jueceo» en México y que, desde la «largada» o salida hasta el tiempo de descuento o «alargue» en Argentina y Uruguay, se siente ávida de «cinchar», «hinchar» o «animar» a los 1.091 deportistas que representan a países de habla hispana o tienen sus orígenes en ellos.
En atletismo, la pértiga es «garrocha», las carreras de metros lisos se vuelven de «metros planos», la cuerda de la pista pasa a «andarível» en Ecuador y Perú y la marcha y el lanzamiento de peso son «caminata» en México y lanzamiento de «bala» en Cuba.
En boxeo, el «punching ball» aparece como «pera loca». Y el fútbol permite reconocer al jugador individualista como «chupón» en España, «morfón» en Argentina y «traguilla» en Chile, y también al «patadura» o jugador de poca calidad en Argentina y Uruguay, que si es portero recibe el nombre de «pascón» en Costa Rica y Honduras.
En natación o «nado», la braza, espalda y mariposa dan paso al nado «de pecho», «de dorso» y «de delfín». La piscina se torna «alberca» en México y «pileta» en Argentina, el bañador es «traje de natación» o «traje de nado», la corchera recibe el nombre de «cuerda» y la natación sincronizada y los saltos de trampolín se registran como «nado sincronizado» y «clavadismo» en el centro y el sur de América.
Los tenistas ejecutan un «cotín» o revés alto para devolver un saque. Y el voleibol pasa de mano en mano para ser «balonvolea» en España, «voléibol» en los Andes y el Río de la Plata y «volibol» o «vólibol» en América Central.
En Pekín se despide el béisbol o «beisbol» como deporte olímpico. Un ámbito pleno de «jonrones» o «cuadrangulares» para el castellano de Centroamérica y Caribe: «abanicar» si no se da a la bola tras intentar su bateo, «blanquear» si se gana un juego sin que el rival anote una carrera, «doblete» si con un bateo se alcanzan dos bases…
Es el valioso juego de la lengua en «calzoneta» y «polera» (pantalón corto y camiseta de manga corta) a ambos lados del Atlántico. En estos días olímpicos ha obtenido la «presea» o medalla de ensanchar la expresividad del idioma.
Publicado en La Nueva España, Oviedo, 17 de agosto de 2008.