Cabecera de Idioma y Deporte
16 de enero de 2006

Palabras en juego

Por Jesús Castañón Rodríguez

El museo de Matías Prats

Recientemente, Villa del Río inauguró una emisora de radio y un museo para recoger documentos gráficos, archivos sonoros, recuerdos y premios de Matías Prats, periodista que trabajó en la información deportiva de radio, televisión y cine.

Durante la posguerra, mucha gente identificó la voz de Matías Prats, junto a su compañero Enrique Mariñas, como la esperanza de un ámbito de alegría en el que no había victorias ni derrotas definitivas.

Aportó una dicción de profundidad y potencia en la modulación de la voz para recrear la vibración del público en el estadio, llegando incluso a superar sus dificultades para pronunciar el sonido de las «zetas», que sustituía por «efes», justo en los tiempos triunfales de Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gaínza con la delantera del Athletic.

Y destacó por su gran capacidad descriptiva: nombres de los equipos por el color de las camisetas, imágenes como el «balón pasa junto a la cepa del poste» y, sobre todo, el sistema de orientación del oyente para la distribución de los futbolistas y del juego por el campo. Retiró el cuadro en dos partes (A y B) y 16 posiciones por el campo, que empleaban las emisoras europeas y americanas, para dar paso al «círculo central», «el semicírculo del área», «la línea divisoria de ambos campos»…

Siempre se le recordará por el gol que metió a Inglaterra, a medias con Zarra en 1950, cuando el delantero bilbaíno lo hizo en la portería y él, en la cabeza de los aficionados. Y también, por la conversión del relato de Eduardo Sotillos («Fallo garrafal de Grifa que, sólo ante el portero, recibe el balón y a pesar de todo consiguió gol») en un amable «el defensa central, haciendo un supino esfuerzo, alargó su pierna derecha con ímpetu, pero la punta del borceguí no pudo coincidir con la parábola que describía el esférico. A pesar de dicha contrariedad, consiguió elevar el tanteador».

Más allá de su gran memoria para rellenar el tiempo muerto de los encuentros con anécdotas y curiosidades, su última gran aportación la realizó en 1992 a la agencia Efe: un listado de expresiones tópicas y frases hechas con las que construir una crónica de veinte folios poniendo solamente el nombre de los protagonistas.

Bienvenido sea el recuerdo de este periodista que puso la palabra culta del deporte al servicio de lo popular y mejoró los estilos radiofónicos de generaciones anteriores.

Publicado en La Nueva España, Oviedo, 16 de enero de 2006.