Cabecera de Idioma y Deporte
5 de septiembre de 2005

Palabras en juego

Por Jesús Castañón Rodríguez

Embalaje

El próximo fin de semana llega la Vuelta Ciclista a España al Paraíso Natural. Una nueva cita para la épica que vence miedos y controla emociones en descensos «a tumba abierta» y llegadas a cimas majestuosas.

Muchos aficionados se reconvertirán en José Manuel Fuente, «El Tarangu», cuando subía diariamente al Naranco, sin levantarse del sillín, para entrenarse. Y pedalearán, sentados en el sillón, para acompañar a Samuel Sánchez, Luis Pasamontes y Benjamín Noval.

Los Lagos de Covadonga y Valgrande-Pajares son las metas a las que llegarán los «escarabajos» (escaladores colombianos), las «pájaras» (desfallecimientos físicos), la «serpiente multicolor» (el pelotón) y los «vampiros» (personas encargadas de realizar el control antidopaje). Y, sin embargo, no lo harán las «cabras», esas bicicletas aerodinámicas que tiran a la contrarreloj en vez de al monte.

En estas semanas de la Vuelta corren tiempos para fijarse en detalles de la rueda de una bicicleta o «máquina»: desde la «horquilla» que no va al pelo sino al cuadro, hasta los «dientes» o piñones que forman parte de un plato. Y también para disfrutar con el trabajo de los especialistas: «escaladores» (para recorridos montañosos), «rodadores» (para escapadas en solitario), «velocistas» (para llegadas en velocidad), «gregarios» (para ayudar al jefe del equipo) y «cabezas de fila» (líderes de cada escuadra).

El periodismo también compite por su particular «Jersey oro». Ha logrado que las palabras entren en carrera mediante conexiones asombrosas y relatos en moto, como los que dominaba para la televisión Emilio López Tamargo. Y ha conseguido que se agolpen y salgan al «sprint» («embalaje», según los relatores colombianos) para jalear y vitorear el triunfo en la línea de meta.

Si alguna vez se ha preguntado en qué idioma se entienden los corredores que forman el pelotón, dada la variedad de países de procedencia, le sacará de dudas El Águila de Toledo. Según expuso Federico Martín Bahamontes en un congreso organizado por la agencia «Efe» en 1992: «El idioma que hablábamos todos los ciclistas dentro del «paquete» era el italiano».

Publicado en La Nueva España, Oviedo, 5 de septiembre de 2005.