El verano deportivo de 2016, desde la lengua
El verano deportivo de 2016, desde la lengua
Jesús Castañón Rodríguez
La cita deportiva por excelencia de los veranos de los años bisiestos, coincide con la celebración de los Juegos Olímpicos de verano, aunque este año arrancó con la celebración de los torneos continentales de selecciones nacionales de fútbol: Copa América Centenario 2016 y UEFA Euro 2016.
El estío ha sido una ocasión para la renovación del lenguaje periodístico del deporte y ha tenido en cuenta varios centros de atención: la pronunciación de nombres, los usos sociales, las novedades técnicas del deporte, el léxico periodístico y la redacción automatizada con robots.
Guías de pronunciación
Junio y julio de 2016 fue la época de la coexistencia de varias guías de pronunciación de nombres de deportistas participantes y sedes de competición clasificados por grupos y países con informaciones sobre su nombre, idioma y archivos de audio con la pronunciación correcta a cargo de hablantes nativos.
Este tipo de servicio fue ofrecido por Fundéu BBVA y SeproTec Multilingual Solutions en Guía de pronunciación UEFA Euro 2016, dando continuidad a la línea de trabajo realizada en la Eurocopa de 2012 y la Copa Mundial de la FIFA en 2014. Tarea a la que se han sumado el diario Marca, con Pronunciador Euro 2016, y la empresa donostiarra Forvo con Copa América Centenario 2016 y UEFA Euro 2016 que también ha creado guías semejantes para otras citas de la alta competición: las rondas ciclistas Giro de Italia y Tour de Francia, finales de copa, liga y competiciones europeas de fútbol en España, Reino Unido y Ruisa, campeonato del mundo de hockey sobre hielo, draft de la NBA y torneos tenísticos en Estados Unidos.
Durante la celebración de los Juegos Olímpicos, Forvo ha sido pionera en la creación de guías especializadas en baloncesto, gimnasia y natación gracias a Olympyc Games 2016 Basketball Men, Olympyc Games 2016 Gymnastics y Olympyc Games 2016 Swimming.
La mirada de género
Alcanzó notoriedad el estudio de la cobertura del deporte femenino con criterios de estudios de género, aunque es un asunto que ya se viene analizando desde 2007 en el caso del idioma español con el respaldo de una numerosa bibliografía.
Ha sido destacado en los ámbitos anglosajones y latinoamericanos. Así, mientras el estudio de la Universidad de Cambridge Aesthetics over athletics when it comes to women in sport, original de Sarah Grieves, analizó un centenar y medio largo de millones de palabras procedentes de periódicos, documentos académicos, tuits y blogs británicos y estadounidenses a largo de varias décadas de los siglos XX y XXI, para el español ha destacado la labor de las organizaciones argentinas Grow (Género y Trabajo) y Un Pastiche (Género y Comunicación), en el Observatorio Latinoamericano de Género de los Juegos Olímpicos Río 2016. Su mirada se centró en el sexismo lingüístico mediante el uso del masculino como término no marcado que incluye a los dos sexos, el empleo del femenino para dar visibilidad a las deportistas. Y también, en el sexismo discursivo que caracteriza a las deportistas en función de rasgos de estado civil, maternidad, edad y belleza, o de mecanismos que sugieren estereotipos, imágenes y valores sociales.
Novedades de competición
En el lenguaje técnico de los diferentes deportes ha destacado la consagración y la aparición de varios epónimos que dan nombre a acciones protagonizadas por el nadador Ryan Lotche, los atletas Wayde van Nierkek y Shaunae Miller y la gimnasta Simone Biles. Y también, de dos neologismos: uno general y otro de ciclismo.
En la primera tendencia se registra el caso del viraje de Lotche, con su giro más lento de lo normal mediante el paso de posición dorsal durante diez metros después de tomar un gran impulso en la pared para evolucionar a posición ventral; la zancada de van Nierkek con una amplitud de 238 centímetros; la plancha de Miller, con su sorprendente entrada en la línea de meta haciendo un plongeon con los brazos estirados hacia adelante, en vez del tradicional avance del cuerpo y la cabeza; y del salto Biles, un doble mortal en plancha que termina con medio giro, ejecutado en la especialidad de suelo en gimnasia artística.
Y en la segunda, aparecen la medalla de chocolate y el dopaje mecánico. La medalla de chocolate hace referencia al puesto fuera del podio y dentro del diploma olímpico -entre el cuarto y el sexto en una final- que suele ocupar un deportista con aspiraciones a medalla pero que, al final, no logra subir al cajón. En República Dominicana ya se usaba traquitraqui para referirse al que quedaba en cuarto puesto. El dopaje mecánico es una expresión empleada en el ciclismo para hacer referencia al uso de ruedas electromagnéticas o de un motor incrustado en el cuadro de una bicicleta y que se dio por primera vez en 2016. En verdad sería una ventaja mecánica y repite el mismo error que se dio en los Juegos Olímpicos de verano de 2008 con el dopaje tecnológico, forma empleada para destacar las mejoras del modelo de bañador Speedo LZR Racer con el que el estadounidense Michael Phelps superó el número de medallas alcanzado por Mark Spitz en los Juegos Olímpicos de 1972. Cabe recordar que el dopaje se limita al uso de fármacos y sustancias estimulantes para aumentar de manera artificial el rendimiento del cuerpo de un deportista. Cascos aerodinámicos, bañadores que reducen la fricción del nadador con el agua, ruedas electromagnéticas o motores… son elementos externos al cuerpo, por lo que son ventajas mecánicas y tecnológicas, pero no se pueden considerar dopaje.
Léxico periodístico
En el caso del léxico periodístico, en España y Estados Unidos se ha mantenido la tradicional línea de actuación de elaborar orientaciones lingüísticas para la cobertura del acontecimiento.
Juegos Olímpicos. Río 2016. Guía de redacción, de la Fundación del Español Urgente BBVA, aporta una guía de países participantes con su código del COI y de ISO, sus gentilicios, los nombres de las sedes, un índice alfabético de expresiones, cinco referencias bibliográficas e informaciones sobre 407 términos de los que 17 son recomendaciones generales y 390 corresponden a los diferentes deportes del programa: 18 de atletismo, 14 de bádminton, 14 de baloncesto, 15 de balonmano, 23 de boxeo, 12 de canotaje, 23 de ciclismo, 9 de esgrima, 24 de fútbol, 10 de gimnasia, 14 de golf, 9 de halterofilia, 14 de hípica, 17 de hockey, 21 de judo, 5 de lucha, 14 de natación, 5 de pentatlón moderno, 10 de remo, 11 de rugby a siete, 11 de taekwondo, 22 de tenis, 8 de tenis de mesa, 5 de tiro, 14 de tiro con arco, 8 de triatlón, 11 de vela, 20 de voleibol y 9 de waterpolo. De esta información léxica, apenas un 4% corresponde a 17 americanismos marcados de formar general como América y Centroamérica o de manera concreta indicando su distribución geográfica en Argentina, Bolivia, Chile, México y Uruguay: Es el caso de 1 voz de bádminton, 4 de baloncesto, 1 de balonmano, 1 de boxeo, 6 de fútbol, 3 de natación y 1 de tenis de mesa.
La agencia de noticias Associated Press amplió su terminología deportiva de deportes olímpicos en el Manual de estilo, tras haber celebrado en noviembre de 2015 el webinar Terminología en Deportes en el que participaron Alejandro Manrique, Ricardo Zúñiga y Eric Núñez para tratar sobre el uso de anglicismos, equivalencias en castellano, variantes de uso del español y traducción de nombres de uso común y con gran extensión geográfica en América Latina, España y en los hispanohablantes de Estados Unidos. Es una línea de trabajo habitual en esta empresa informativa que ha dedicado otros encuentros on-line sobre terminología de tecnología y entretenimiento.
Guía del Lenguaje deportivo 2016, de Idiomaydeporte.com, es un estudio que se organiza en cinco apartados: una efemérides que repasa una bibliografía sobre lengua y literatura españolas de tema deportivo con 72 obras publicadas hace 25 y 50 años; 313 americanismos léxicos con su equivalente en español peninsular o una breve explicación, relacionados con el deporte federado de alta competición; 91 neologismos de actividades dirigidas y nuevos deportes entre los que destaca su combinación con música, vídeos o tecnología; 9 términos de deporte y robótica; y, finalmente, un listado de 323 fuentes de consulta que han tenido en cuenta las aportaciones de ambos lados del Atlántico y del hispanismo en el mundo. Reconoce la realidad policéntrica del castellano en el ámbito deportivo con cuatro grandes centros de interés (Argentina, Cuba, España y México), anota su escaso reconocimiento en la lexicografía institucional del deporte y aporta la extensión territorial de cada término deportivo americano en países en los que se habla español: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Puerto Rico, Paraguay, República Dominicana, Uruguay, Venezuela.
Redacción automática de noticias
El segundo aspecto ha dado lugar al uso de robots en la redacción del diario estadounidense Washington Post gracias a la plataforma Heliograf, que ha generado automáticamente en tiempo real, gracias al uso de plantillas de datos y de lenguaje, una serie de noticias, mensajes y actualizaciones cortas sobre medallas, resultados, estadísticas, información y alertas sobre el programa de competición. Y además, ha facilitado su difusión a toda velocidad con su presencia al instante en la página web del diario, en sus canales de redes sociales de Twitter y Facebook Messenger, así como en dispositivos habilitados para Alexa.
Esta aplicación de inteligencia artificial al tratamiento de datos repetitivos y la generación de historias contextualizadas y bien redactadas ha sido desarrollada por el departamento de ciencia de datos del diario, ingenieros, periodistas de la sala de redacción y especialistas en tecnología de generación del lenguaje natural.
Es un hecho que trae cambios para el lenguaje periodístico y para la labor del periodista, en un tipo de producción parecido al que ya existe en el caso de la cobertura de televisión de estos megacontecimientos deportivos.
Los datos repetitivos van camino de una forma de producción y distribución con un estilo objetivo e imparcial que, posteriormente, será personalizado por cada país a través de su canal difusor de comunicación mediante comentaristas que modulen el toque final con un enfoque local, realicen análisis complejos, aporten color a las descripciones y generen visiones creativas y originales en la interpretación de los hechos.
Conclusión
En resumen, el complejo panorama del lenguaje periodístico de este año ha abarcado seis tendencias: pronunciación de nombres extranjeros; guías léxicas sobre deportes olímpicos; visión histórica del lenguaje deportivo; americanismos léxicos con su equivalente en español peninsular relacionados con el deporte federado de alta competición; neologismos de alta competición, de actividades dirigidas, de nuevos deportes que combinan la actividad con música, vídeos o tecnología y de deporte y robótica; y aplicación de inteligencia artificial para generar una redacción automática de noticias cortas para su difusión a toda velocidad en páginas web y redes sociales.