Palabras en juego
Veinticinco años de lenguaje urgente
Se cumplen 25 años desde que el español urgente saltó al campo de la Copa del Mundo de Fútbol para facilitar la transcripción de los nombres de los futbolistas de Argelia y Kuwait que jugaron en Oviedo, Gijón, Bilbao y Valladolid.
Son cinco lustros de historia del Departamento de Español Urgente y de la Fundación del Español Urgente en un nuevo paso por mejorar el estilo y la uniformidad de la transmisión de noticias en la Agencia Efe. Una tarea tradicional que, entre 1940 y 1975, también ocupó a Pedro Gómez Aparicio, Carlos Mendo y Manuel Velasco.
Los presidentes Luis María Anson, Ricardo Utrilla, Alfonso S. Palomares, Miguel Ángel Gozalo y Álex Grijelmo llevaron a la cancha del Consejo Asesor a directores de la Real Academia Española como Manuel Alvar y Fernando Lázaro Carreter y a varios miembros de la Real Academia Española y de la Asociación de la Academias de la Lengua Española. Hicieron entrar en juego a periodistas como José Luis Martínez Albertos, Francisco Muñoz y José Luque, a dirigentes como Joaquín Müller-Thysen, a filólogos y redactores como Victoria Alcázar, Javier Bezos, Magaly Chamorro, Pedro García Domínguez, Alberto Gómez Font, Juan Manuel González, Pilar González, Carlos Ramírez Dampierre, Federico Romero, Fernando de Valenzuela, Pilar Vicho…
Desarrollaron la estrategia de jugar con un castellano entendible en cualquier rincón de Iberoamérica. Marcaron el gol de destacar su buen uso en los medios de comunicación. Cortaron el avance de los excesos en la redacción, despejaron extrañas formaciones de palabras, hicieron marcajes a extranjerismos, achicaron espacios a los peligros para el idioma y anotaron el triple de ofrecer soluciones, orientar con argumentos a los que dudan a tiempo y colaborar en la unidad del idioma.
A la Copa del Mundo de Fútbol de 1982, le siguió en 1988 un informe sobre la calidad lingüística y las principales dudas y errores que aparecieron en las noticias transmitidas durante los Juegos Olímpicos de verano celebrados en Seúl.
Con un trabajo constante y callado, la Fundéu se ha convertido en un singular gimnasio de las palabras que proporciona vigor al lenguaje periodístico. Ha desarrollado una labor deportiva que ha comprendido tres áreas: la orientación de los profesionales, la reflexión sobre la evolución del idioma y la formación lingüística de periodistas.
Publicado en La Nueva España, Oviedo, 8 de octubre de 2007.