Cabecera de Idioma y Deporte
6 de marzo de 2006

Palabras en juego

Por Jesús Castañón Rodríguez

Patinaje

En la localidad holandesa de Heerenveen se ha disputado este fin de semana la Copa del Mundo de patinaje de velocidad, modalidad que en su forma sobre hielo surgió en este país con organización de campeonatos desde 1879.

Los patinadores buscan a toda prisa la gloria sobre una pista con dos calles de un mínimo de cuatro metros de ancho y dos curvas de 180 grados con un radio inferior de 25 metros, que convierten estas carreras en espectáculo visual de gran belleza.

Recientemente, en los Juegos Olímpicos de invierno se han podido disfrutar las carreras individuales y de relevos, con trazados entre 500 y 10.000 metros, y también la «short trade» en la que se acelera al máximo en distancias cortas.

El deslizarse sobre diversas superficies duras, llanas y lisas es una vieja costumbre, aunque su forma deportiva con una pista acondicionada y patines especiales se remonta a 1886 en Estados Unidos. Desde entonces, la imaginación de los deportistas ha conquistado superficies naturales, artificiales y urbanas.

Ha creado modalidades de «baile» (en la que los patinadores realizan pasos, giros, rotaciones y figuras sin elevarse por encima de la cintura al compás de una música), «monopatín» (para realizar acrobacias sobre una tabla con cuatro ruedas) y «patinaje artístico» (en la que se realizan ejercicios obligatorios y libres en un pista provista de un equipo de sonoridad y audición).

A lo largo de la historia, el patín ha llevado cuchillas y ruedas dispuestas en línea o en la parte delantera y trasera para crear todo tipo de figuras, para hacer soñar al público con movimientos elegantes en el aire y con saltos que reciben nombres tan curiosos como «bucle», «flip», «lutz», «salchow» y «triple axel».

La lírica de esta actividad ha despertado la admiración de todo el mundo. Para los jóvenes urbanos rodar por calles, aceras y todo tipo de espacios es una aventura a la conquista de la ciudad. Para los espectáculos musicales, como el programa de televisión que presenta Anne Igartiburu, es una ocasión de demostrar las habilidades de patinadores profesionales y personajes de la vida social a ritmo de foxtrot, kilian, tango o vals. Y para los autores literarios de las vanguardias y la Generación del 27, como Guillermo de la Torre, Concha Méndez Cuesta, Gerardo Diego o el Premio Nobel Vicente Aleixandre, es una cita con el arte.

Publicado en La Nueva España, Oviedo, 6 de marzo de 2006.