Cabecera de Idioma y Deporte
8 de septiembre de 2003

Idioma, deporte y Universidad en España

Por Jesús Castañón Rodríguez

Idioma, deporte y Universidad en España

Jesús Castañón Rodríguez

Texto de la intervención en la mesa redonda «El periodismo deportivo en el ámbito universitario, nuevos lenguajes de comunicación en el deporte», celebrada el 17 de julio de 2003. Formó parte del curso La influencia mediática en el deporte, organizado por la Universidad Internacional del Mar en San Javier (Murcia).

En los siglos XIX y XX, el deporte ha sido un elemento para definir la historia contemporánea. Ha logrado el ascenso de los niveles de cultura y de civilización de los pueblos y además se ha convertido en una industria del ocio y en una necesidad social.

Poco a poco, ha saltado de sus canchas y lugares a las avenidas y las calles de forma apasionada. Y también ha sido capaz de incorporarse reflexivamente a ámbitos de información e investigación científica especializada.

El consumo masivo de sus formas de hablar y escribir ha ensanchado las posibilidades expresivas del idioma y ha creado un ámbito de observación especial por parte de las instituciones lingüísticas al acoger las tendencias más novedosas del estado actual del lenguaje y ser capaz de crear neologismos con gran capacidad de influencia en la sociedad.

El idioma del deporte en la Universidad

Deporte y Universidad nunca han sido conceptos contrapuestos en España. Así cabe destacar que en el Congreso de 1894 del Comité Olímpico Internacional y que dio paso a la restauración de los Juegos Olímpicos, contó con la representación de dos instituciones educativas de Iberoamérica: el Colegio Nacional de Uruguay, con el Doctor José Benjamín Zubiaur, y la Universidad de Oviedo, con Adolfo González Posada, Aniceto Sela y Adolfo Álvarez Buylla como delegados. Y también, como en los años veinte el rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, realizó colaboraciones en el semanario barcelonés Sports en 1923 para hablar de fútbol como juego de libertad frente a la disciplina de los juegos pedagógicos de la época.

Los primeros pasos

La presencia del lenguaje deportivo a la Universidad se ha llevado a cabo en cuatro fases. En un primer momento, entre 1959 y 1975, se pusieron en práctica tres enfoques desde Madrid, Canarias y Cataluña . Primero, una dimensión filológica y de cultura clásica en la que fueron puntos de referencia la revista Citius, Altius, Fortius o la labor pionera de Fernández Galiano y Rodríguez Adrados. Segundo, una aproximación al deporte con enfoques lingüísticos y sociológicos desde las Cátedras Universitarias de Tema Deportivo-Cultural entre 1968 y 1974. Y en 1972 el periodismo, con Joaquim Maria Puyal abre la realización de tesinas sobre terminología de fútbol.

Las tesis doctorales

En una segunda fase, de 1976 a 1991, se da continuidad a las actividades culturales que reflexionan sobre el deporte ahora protagonizadas por facultades de ciencias de la información en Madrid, con el papel destacado de Antonio Alcoba. Y además, la Universidad pone en marcha dos caminos: sus centros publican estudios y reflexiones de tema deportivo, tanto en su versión lingüística como literaria; y generan investigación con tesis doctorales que serían leídas en centros de Asturias, Canarias, Castilla y León y Madrid sobre el término deporte y monografías de diferentes aspectos de ciclismo y fútbol.

Lingüistas, periodistas y deportistas

Una tercera etapa, de 1992 hasta finales del siglo XX, es consecuencia de la nueva Ley del Deporte y del éxito de los Juegos Olímpicos de verano celebrados en Barcelona. Se mantienen las actividades culturales, aunque ahora realizadas por Institutos del Deporte con el pionero I Encuentro sobre el idioma español en el deporte, organizado por el Instituto Andaluz del Deporte en 1997. Y también tiene continuidad la lectura de tesis doctorales con aportaciones de universidades de Alicante, León, Madrid y Navarra.

Pero alcanza un especial protagonismo la creación de una nueva dimensión educativa del idioma español del deporte: asignaturas específicas, cursos de verano y de invierno y cursos de doctorado.
La creación de asignaturas universitarias ha comprendido su versión lingüística, literaria y de comunicación e inició su camino en las universidades de Castilla y León entre 1995 y 2000, gracias a «Literatura y deporte» e «Idioma y deporte», impartidas en la Universidad de Valladolid, así como «Comunicación deportiva» en la Universidad Pontificia de Salamanca.

La presencia en cursos de verano ha hecho referencia a la literatura y a la comunicación, con la labor pionera de Madrid y Asturias desde 1997.

Finalmente, la enseñanza del tercer ciclo ha tenido en cuenta su triple dimensión lingüística, literaria y comunicativa, con el primer paso dado por los cursos «El idioma español del deporte en los medios de comunicación» y «Literatura de tema deportivo» y «La crónica deportiva: el estilo y la estructura», que se han impartido en centros de Castilla y León y Madrid desde 1998 y 1999.

Pero esa influencia social del deporte también ha dado lugar a otros dos fenómenos. Primero, la interrelación entre lingüística y periodismo en la Universidad Autónoma de Madrid gracias a la construcción de corpus textuales para el análisis del lenguaje periodístico y también a la colaboración de la Universidad de Oviedo en la publicación sobre el lenguaje correctamente hablado en televisión. Y segundo, la incorporación de profesionales del deporte que crearon trabajos sobre equivalencias de terminología, estudios sobre aspectos de terminología de la educación física y su didáctica o diccionarios sobre las ciencias de la actividad física y el deporte en universidades de Castilla y León y Cataluña así como en los Institutos del Deporte de Andalucía y del País Vasco.

La convergencia

Una cuarta etapa arranca en el siglo XXI con la conversión del deporte en un asunto de interés común para los diferentes estudiosos. Y a la continuidad de lo marcado en la anterior etapa, ahora por universidades de Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y País Vasco, se suman nuevos pasos.

En primer lugar, se produce un cambio importante en las instituciones lingüísticas. La Asociación de Academias de la Lengua Española evoluciona desde el purismo para la hispanización del léxico y la defensa del uso de criterios de corrección idiomática hasta crear un Observatorio del Neologismo con el fin de analizar los neologismos de origen deportivo que se instalan en el habla común con gran éxito social. Y la Real Academia Española en la última edición del Diccionario de la Lengua Española ha centrado su interés en ochenta y un disciplinas deportivas diferentes, además de aportar más de trescientos términos de carácter general con la marca «en deportes» o «y en otros deportes». La Corporación ha registrado términos relacionados con los Juegos Olímpicos de verano y de invierno (con especial atención a atletismo, baloncesto, boxeo, ciclismo, esgrima, fútbol e hípica; esquí alpino, esquí de fondo y hockey sobre hielo) y con deportes no olímpicos, con especial predilección por las artes marciales y los deportes de gran difusión social. Paulatinamente viene incorporando las denominaciones de todos los deportes olímpicos de verano e invierno con sus modalidades y aparatos y también la definición de todos los deportes no olímpicos agrupados en federaciones o de gran extensión popular.

El ámbito de la comunicación y el periodismo, que ya actúa sin complejos como una industria del ocio, incluye en su formación módulos específicos dedicados al buen uso del idioma tanto en cursos especializados como en Máster de Posgrado. Una tarea que inicia el Comité Olímpico Español y que varias universidades de Madrid desarrollarán junto con la Agencia Efe, el diario Marca o el canal temático Eurosport. Además, en Andalucía y Madrid se han llevado a cabo tesis doctorales y trabajos para destacar la influencia social del lenguaje deportivo y su aplicación a los relatos de otras áreas informativas.

Finalmente, los deportistas han tomado dos direcciones. En Madrid han desarrollado Máster de Posgrado desde las fundaciones deportivas, como es el caso del Real Madrid, y más recientemente se ha logrado una nueva convergencia con la formación de grupos de trabajo multidisciplinar con deportistas, periodistas y lingüistas de Castilla y León, La Rioja y Madrid para analizar la influencia del lenguaje deportivo en la lengua común.

Una carrera intergeneracional

En resumen, la relación entre idioma, deporte y universidad es la historia de una convergencia. De una carrera de relevos donde hay que leer hacia atrás y mirar hacia delante para tomar el testigo del trabajo anónimo de muchas generaciones y seguir en la pista para hacer llegar más lejos, más alto y más fuerte las posibilidades expresivas del idioma.